En menos de una semana, Néstor Kirchner se ha transformado en un mito político, y le ha ofrendado a su viuda, Cristina Fernández, la posibilidad de volver a ser candidata y también de ganar las elecciones presidenciales del año que viene. Es imposible afirmar hoy si podrá lograrlo, pero nadie puede negar que contará, por lo menos hasta fin de año, con la materia prima indispensable para llegar: la apología general de la figura de su compañero y la imposibilidad de la oposición de ejercer el antikirchnerismo directo y constante que hacía crecer a sus representantes en las encuestas.La
Ni la presidenta Cristina Fernández ni Néstor Kirchner apretaron el gatillo que asesinó al militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, pero ambos son responsables de haber creado las condiciones políticas para que el crimen tuviera lugar. No se necesita demasiada imaginación para explicarlo. Ambos convalidaron los métodos de apriete, extorsión y exhibición de fuerza de Hugo Moyano y sus aliados. Ambos ordenaron a la Policía Federal no usar la fuerza en ningún caso para repeler los cortes de ruta en particular y las manifestaciones en general. Y ambos aceptaron, por acción u omisión, que las
Dentro y fuera del Gobierno es un secreto a voces: Néstor Kirchner, el Gran Jefe, está perdiendo su olfato político. Eso es lo que piensan los que conversan con el ex presidente todos los días. Sólo que todavía nadie se atreve a decírselo en la cara. Es así: no existe, entre su pequeño círculo de confianza, alguien con la elegancia y el coraje necesarios para advertirle que está "quemando un cajón de Herminio Iglesias" cada semana.¿Por qué mandó a sus senadores a dar quórum para que se aprobara el 82% móvil, si Miguel Pichetto ya le había advertido que se iba a repetir el escenario de
Aunque nadie todavía lo da por muerto, dentro y fuera del peronismo se empieza a sospechar que Néstor Kirchner está en su peor momento político desde que asumió en 2003.El veto de la Presidenta a la actualización del 82 por ciento móvil para las jubilaciones mínimas es solo el último de los datos que revela que el proyecto del ex presidente está empezando a mostrar serios síntomas de confusión política y resquebrajamiento de la disciplina entre sus seguidores.La decisión de Cristina Fernández desnuda la fragilidad del gobierno en tres dimensiones. Una: el kirchnerismo ya no podrá agitar la
Néstor Kirchner no es progresista. Y el kirchnerismo tampoco. Esta afirmación es una obviedad para cualquiera que maneje datos duros de la economía y sus consecuencias sociales. Sin embargo, debe ser recordada una y otra vez, porque alrededor del proyecto del ex presidente hay un enorme ruido de consignas vacías y voces que gritan clichés. Son frases hechas que pueden hacer pensar que, desde 2003, estamos frente a un proyecto fundacional que intenta producir cambios profundos. Una acción justiciera y romántica contra "los grupos económicos concentrados", "las corporaciones mediáticas" y "la
Néstor Kirchner confunde para reinar. Por eso anunció que volvería a fijar su domicilio en Río Gallegos, después de haber sido elegido diputado nacional por la provincia de Buenos Aires en las elecciones de 2009.Los que están todos los días con él sostienen que lo hizo para desmentir, en público (y para tranquilidad de Daniel Scioli) la posibilidad de un plan B que lo erigiera al propio Kirchner como candidato a gobernador de la provincia, como un intento de refugio ante la eventual derrota "del proyecto" en las elecciones presidenciales. Lo interpretan también como una ratificación de su
Néstor Kirchner no será candidato a presidente, sino a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Lo hará doblegado por las encuestas, que indican que no tiene chances de ganar en segunda vuelta. En cambio, en la provincia que hoy gobierna Daniel Scioli se necesita mayoría simple para ser consagrado gobernador. Así, Kirchner se aferraría a esa ilusión por pura lógica de sobreviviente. Porque Buenos Aires constituiría su último refugio para no ser perseguido por la Justicia y los adversarios políticos a los que humilló. Y porque contaría con una caja no menor, la del Banco Provincia, para seguir
Casi todo lo que toca Néstor Kirchner se transforma en presidenciable. El caso más reciente es el de Daniel Scioli, al que un puñado de palabras del ex presidente lo hizo subir en las encuestas como candidato para la reelección de gobernador pero también como un posible aspirante a la primera magistratura, muy por encima de la intención de voto de Kirchner y también de Cristina Fernández. Pero también lo hizo con el vicepresidente, Julio Cobos, a quien atacó con furia con los más diversos métodos hasta que lo transformó en el más importante candidato a presidente del radicalismo y sus
Si de verdad le importa su lugar en la Historia y además hace una correcta lectura de su futuro, Néstor Kirchner debe de estar analizando cómo salir de la trampa en que lo coloca su destino político: la de transformarse en lo que hoy representa Carlos Menem para la mayoría de los argentinos.Por más que lo quiera enmascarar con falsas pistas, ya se sabe que su profundo deseo es ser el candidato a presidente por el Frente para la Victoria (FPV). Primero había urdido la jugada de presentarse como el postulante excluyente con el atendible argumento de lograr que su esposa mantenga el poder
A poco más de un año de las elecciones presidenciales, el gobierno en general y Néstor Kirchner en particular no encuentran la llave para abrir la puerta que les garantice la permanencia en el poder por otros cuatro años.Si se repasa con detenimiento la foto de la actualidad, nada parece resultar según los deseos del ex presidente. Veamos.Un juez termina de dictaminar que Fibertel debe seguir prestando servicio a sus clientes.Mario Das Neves acaba de tirar abajo la esperanza de Kirchner de contar aunque sea con un competidor en las primarias de agosto.La acusación contra los accionistas
Además de su evidente obsesión por acumular más poder, Néstor Kirchner siempre tuvo la pretensión de funcionar como el dueño de un influyente medio o un Jefe de Editores de un diario importante. Hay incontables hechos que lo confirman. Recuerdo uno del que fui testigo presencial. En uno de sus primeros viajes oficiales al exterior, el viernes 1° de febrero de 2004, en el medio de una parada técnica en la zona militar del aeropuerto de Fortaleza, se sentó frente a una computadora abierta, abrió Internet, miró de reojo a los periodistas que viajaban junto a la comitiva y sentenció:- ¡LA
Aunque muchos de sus colaboradores, a sus espaldas, le siguen diciendo "El Loco", es evidente que Néstor Kirchner no lo está. Y sin embargo, hasta los que lo apoyan incondicionalmente se vienen preguntando, desde hace tiempo, por qué toma decisiones que no se caraterizan por estar revestidas de sentido común.O, que, en algunos casos, podrían ser consideradas irracionales y que atentan contra su futuro político.Para no abrumar al lector, hablemos solo de las más actuales y rutilantes. Todo el mundo tiene claro que la última batalla de la cruenta guerra contra Clarín fue perdida por el
La Presidenta tiene razón: hay Kirchner para rato. O mejor dicho: habrá Kirchner por lo menos hasta octubre de 2011, cuando el diputado nacional se juegue la última carta con el intento de regresar a la presidencia.No hay que ser médico ni encuestador ni brujo para imaginarlo. Solo se deben chequear los antecedentes de cómo suele funcionar El Dueño en estas circunstancias. Es decir: después de un serio problema de salud al que se le pretende dar una respuesta política. Y la estrategia es de manual. Intentará demostrar que sigue en pie, con lógica de superhéroe para la juventud y de mensaje
Néstor Kirchner no cambiará nunca, le darán de alta después de la angioplastía y en las próximas horas estará otra vez en su puesto de mando, preparando el próximo ataque contra sus "enemigos". Es decir: reaccionará igual que en 1996, cuando le comunicaron oficialmente que padecía de colon irritable y fue operado de hemorroides.Aquel día se fue, derecho, desde la sala de cirugía a la residencia del gobernador de Santa Cruz, y sin haberle avisado a su esposa ni sobre su dolencia ni sobre la intervención. Lo hará así porque regresar, "triunfante", de inmediato, es parte de su esencia personal y de su
La pregunta puede ser planteada desde varios supuestos. Uno: que el ex presidente, y no otro, será único el candidato del oficialismo. Dos: que, aunque desde marzo hasta agosto la imagen positiva de la presidenta Cristina Fernández y su marido se fueron recuperando, este crecimiento no alcanzaría para ganar en primera vuelta. Y tres: que cualquier candidato "opositor" que enfrente a Kirchner en el ballottage debería ganar, porque la imagen negativa y el rechazo de éste sería similar al que tenía Carlos Menem en las presidenciales de 2003, cuando perdió contra el propio candidato del Frente
La imagen positiva de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner cayó por lo menos cinco puntos después de que el gobierno decretó la caducidad de la licencia de Fibertely denunció a los accionistas de Papel Prensade haber comprado la empresa “en una mesa de torturas”.La imagen positiva de ambos venía creciendo de manera ininterrumpida desde marzo hasta julio de este año. Sin embargo, ese incremento se detuvo a principios de agosto. Enseguida, se conocieron varias noticias conflictivas, enmarcadas en la pelea del gobierno contra el Grupo Clarín. Las bravuconadas del secretario
La brutal ofensiva del gobierno contra quienes considera sus enemigos invita a formularse una pregunta que todavía no fue planteada como corresponde: ¿Funciona Néstor Kirchner como el jefe de una fuerza democrática o como el líder de una "secta autoritaria", cuyo objetivo final es perpetuarse en el poder, sea como sea?Los expertos en sectas destructivas las definen como grupos encabezados por un líder mesiánico, que se supone que es portador de la verdad absoluta.Si cualquier lector no contaminado se detuviera a pensar cómo fue que se gestó, por ejemplo, la estrategia de presentación del
Otra vez, Néstor Kirchner pone al campo denominado progresista en una falsa disyuntiva. ¿Hay que apoyar el proyecto de ley que declara el uso del papel de interés nacional y permitiría regular al Gobierno y al Congreso la producción y distribución del insumo básico para informar al país? Desde el puro sentido común, a la Argentina le haría bien que todos los medios que lo necesitan pudieran comprar el papel en condiciones igualitarias. Lo mismo que le haría bien una ley de medios que equilibrara el poder de las empresas más grandes y fuertes con la más pequeñas y débiles que existen, por
¿Por qué Néstor Kirchner decidió ejecutar el ataque final contra el Grupo Clarín y LA NACION, su socio en Papel Prensa? No hay una sola explicación lineal, sino múltiples y complejas. Sin embargo, todas responden a una perspectiva egocéntrica del ex presidente, que incluye su obsesión por el poder, su paranoia, su deseo de venganza y el miedo a que los jueces lo manden preso.Su manera de entender el rol de los medios fue discutida en innumerables oportunidades con su jefe de Gabinete, Alberto Fernández, desde que asumió, como Presidente, en mayo de 2003, hasta que el alto funcionario
En lo que podría llegar a convertirse en su segundo error histórico debido a la obsesión por mantenerse en el poder, Néstor Kirchner volvió a equivocarse de enemigo, y confundió a los usuarios de Fibertel con el Grupo Clarín y a los lectores de Clarín y La Nación con los dueños de Papel Prensa.Igual que hace más de dos años, cuando el ex presidente presentó a los productores agropecuarios como latifundistas de la Patagonia, la batalla que Kirchner pretende librar contra lo que él muestra como el poder económico concentrado lo está poniendo, una vez más, enfrente de la clase media que no quiere
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