Si el conjunto de medidas aisladas y el presupuesto 2021 pudieran ser considerados como un plan económico, ese plan acaba de explotar por los aires. Porque detrás de la interna berreta por la renuncia no consumada del subsecretario de Energía, Federico Basualdo, se esconde la verdadera pelea de fondo. Cristina y Axel Kicillof sostienen que el Estado es un barril sin fondo. Que el gobierno puede emitir dinero sin límites para pagar un nuevo IFE y subsidiar las tarifas de luz y de gas en un año electoral.