(Columna publicada en Diario La Nación) Solo una anomalía institucional o un “golpe no tradicional” podrían ayudar a la vicepresidenta a salir del laberinto judicial en el que se encuentra. Un año y nueve meses después de haber ungido a Alberto Fernández candidato a presidente, ella todavía le reprocha “falta de voluntad política” para ayudarla a lograr su impunidad. Más: Cristina se siente, en este aspecto en particular, profundamente defraudada por su compañero de fórmula.