Ayer, en La Cornisa, tuvimos la oportunidad de hacer un programa histórico: pudimos desarmar, en vivo, una compleja y sucia operación judicial y mediática que tenía por objetivo meternos presos. No es que nosotros seamos tan importantes. El problema está en la operación propiamente dicha. La denominamos “Operación Pirincho” por el alias de una periodista de América TV al que le adjudicaron vínculos espúreos con un ex agente de inteligencia.