El intento de expropiación de Vicentín, la salida del país de Latam, la posibilidad de última hora de entrar en default y los intentos infructuosos de la vicepresidenta de hacer caer las causas de corrupción, son parte de una carrera loca que está llevando a la Argentina al peor de los mundos: el de la crisis económica más grave de la historia, con el peligro adicional de un costoso desbande político. También se está empezando a hacer trizas la promesa de Alberto Fernández y el improvisado Frente de Todos: el de llenar la heladera de los argentinos, para venir a reparar la política económica de Macri.