(Columna presentada en CNN Radio y publicada en Infobae) Ayer, durante la preinauguración de la megaobra denominada Paseo del Bajo, el presidente Mauricio Macri burló a su custodia y se mezcló entre decenas de personas que lo querían saludar. Eran cientos. El Presidente jura que ni uno solo lo insultó. Afirma que ni siquiera le hicieron burla con los 3 dedos que recuerdan la histórica victoria de River contra Boca en Madrid, por la Copa Libertadores. En parte se entiende: era difícil que estuvieran presentes, en semejante acto, muchos de sus detractores.