(Columna publicada en Diario La Nación) No es que está “deshojando la margarita”. O que va a esperar hasta último momento porque duda. Tampoco necesita chequear más encuestas. Ni siquiera se debe estar planteando elegir a dedo a nadie que no sea ella misma. Cristina Fernández de Kirchner será candidata a presidenta porque no tiene más remedio. Lo será por obligación, no por opción. Porque la realidad política lo determina, y no sus ganas o su deseo. Lo será porque es la única jugada posible para mantener su poder de fuego. La única alternativa para alejar el fantasma de la cárcel , con el consabido recurso de tirar la pelota hacia adelante. Para evitar que los encarcelen a ella y a sus hijos, Máximo y Florencia Kirchner , todos involucrados en causas de corrupción.