(Columna publicada en Diario El Cronista Comercial) Solo en un país tan extravagante como la Argentina una ex presidenta que dejó de gobernar hace un año y medio, procesada por delitos graves, y que entregó un país en llamas, puede protagonizar una campaña electoral en la que no aparece y, acusar a su sucesor de todos los males y encima dar recetas de cómo salir de la crisis, a través de spot y actores de reparto.