Después de escuchar, ver y leer la última aparición de Cristina Fernández antes de su gira europea, hay que apurarse para definir de qué tipo de personalidad estamos hablando. La ex presidenta no está loca, ni delira. Más allá de los rumores, jamás ningún profesional de la medicina la ha diagnosticado como bipolar, o como una mujer que estuviera fuera del tiempo y del espacio.