El Presidente Mauricio Macri está a mitad de camino entre lo que quiere para el país y lo que efectivamente logró durante su primer año de gestión. También es consciente de que los argentinos, en las últimas elecciones, no le dieron el mandato de transformar profundamente a la Argentina. Apenas lo eligieron para cambiar la forma de hacer política, hartos del estilo de patota y de mentira constante del kirchnerismo y sus variantes más extremas e impresentables.