Ya nada será lo mismo para el ex candidato a presidente y ex gobernador Daniel Scioli. Ahora, más allá de sus esfuerzos por minimizar la investigación del fiscal Alvaro Garganta, quien intenta determinar si lavó dinero, incumplió con los deberes de funcionario, administró su poder de manera fraudulenta o es la cabeza de una asociación ilícita para apropiarse los bienes del Estado, todo el mundo sabe que no importa tanto si ya fue imputado o si mañana se lo llamará a prestar declaración indagatoria.