El presidente Mauricio Macri tiene un grave problema: pretende imponer un cambio cultural profundo en tiempo récord. Y lo quiere hacer con buenas maneras, pero demasiado rápido. Casi sin que se note. De una sola vez. Como si no existiera una masa crítica y activa que trabaja en contra de lo que el Presidente se propone. El cambio cultural profundo que quiere imponer Macri atraviesa casi todos los estadios de la vida social.