Néstor Kirchner quería quedarse con los mejores negocios públicos y privados de la Argentina. Y Cristina Fernández convalidó su deseo, pero como ella era mejor para el discurso que para la acción, se quedó a mitad de camino. El pedido de indagatoria que aceptó el juez Julián Ercolini -que se basa en la idea del fiscal Gerardo Pollicita de que la ex presidenta se quedó con una parte de los millones del negocio de la obra pública que le entregó a Lázaro de manera irregular- enfoca sólo uno de los negocios con los que pretendió quedarse Néstor Kirchner.