Si Cristina Fernández fuera presa, Mauricio Macri no movería un dedo ni se molestaría en tratar de revertir la situación. Lo que sí lo inquietaría es que la detuvieran sin las pruebas suficientes que exige la ley. “Ni al país ni al Gobierno les haría bien que lo hicieran de manera desprolija y a las apuradas. Porque eso sí impactaría como un búmeran, sería utilizado por su gente para victimizarla, saldría más temprano que tarde en libertad y el sistema judicial quedaría todavía más desprestigiado de lo que está”, me dijo esta semana alguien que suele hablar por boca del Presidente.