Mauricio Macri tardó casi un año y medio en entenderlo, pero lo comprendió. Será la política y no la economía lo que le permitirá, eventualmente, ganar las elecciones de medio término del 22 de octubre. Dentro de su mesa chica ya descuentan que el PBI no crecerá, este año, ni el 3 y medio ni el 3 por ciento. Es más: algunos miembros de su ecléctico equipo firmarían sin dudarlo si supieran que, de enero a diciembre de 2017, la economía del país registrara una suba superior al 2 por ciento.