(Columna publicada en Diario La Nación) La ex presidenta Cristina Kirchner y uno de sus principales operadores, Horacio Verbitsky, parecen estar trabajando a destajo para generar un creciente enrarecimiento del clima político. La razón es evidente: ella todavía no terminó de aceptar la derrota de 2015. Encima se ve venir otro fracaso electoral dentro poco. Por eso buscaría, con el impulso de la indignación social por la desaparición de Santiago Maldonado, lo que no puede conseguir a través de los votos.