Me hice periodista porque quería mostrar lo que el poder oculta. También porque siempre me sentí profundamente libre. Empecé a escribir libros cuando me di cuenta que trabajar en una agencia, un diario o una revista no me alcanzaba. Fundé una productora de radio y televisión por la misma razón por la que me convertí en escritor: necesitaba más libertad para informar y opinar, y más independencia económica para decidir. Ahora sigo escribiendo libros, pero además los edito. Y cada tanto hago películas. O produzco obras de teatro. O monto ferias literarias y gastronómicas, como Leer y comer. Vivo en La Cornisa, pero no me siento una estrella de la tele. No me gustan los hipócritas ni los tibios.