(Columna publicada en Diario La Nación) Por encima de las cuestiones personales, la polémica generada durante la noche de entrega de los Premios Martín Fierro sirve para abordar dos asuntos de fondo. El primero: si el Estado debería hacerse cargo de los medios y, por ende, de los trabajadores de prensa de las empresas en conflicto o a punto de cerrar. Y el otro: el rico debate sobre colegas a quienes se ubica en una zona denominada, en forma irónica, “Corea del Centro”, tema al que aludí en una nota publicada en este espacio en mayo pasado.