(Columna publicada en Diario El Cronista Comercial) El Presidente Mauricio Macri está muy preocupado. Cree que el hecho de que organizaciones que se dicen mapuches hayan pasado de las piedras y los palos a las balas de verdad es síntoma de una escalada de violencia armada que se podría acrecentar. El propio juez federal que investiga la causa, Gustavo Villanueva, escuchó, a través de intervenciones telefónicas legales, que miembros de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu hablaban en términos militares, y que estaban dispuestos a resistir a los tiros cualquier acción de las fuerzas de seguridad.