(Columna presentada en Radio Berlín y publicada en Infobae) Para explicar los males estructurales del capitalismo argentino, se suele decir que hay demasiados empresarios ricos con empresas pobres. Es una manera de cuestionar su rol en la sociedad. Se trata de hombres de negocios que, en vez de invertir para hacer crecer a la organización, retiran los dividendos, sin apostar al crecimiento de la compañía, y se los gastan de una manera frívola e irresponsable.