(Columna presentada en Radio Berlín y publicada en Infobae) En el mundo del fútbol argentino hay unas cuantas verdades que no se discuten. Una: todos los clubes tienen barras bravas. Todos. Dos: no se puede administrar un club de fútbol sin un acuerdo o un pacto con las barras bravas. Tres: el único presidente de un club de fútbol que intentó enfrentarlos, Javier Cantero, se fue de Independiente por la ventana, con su familia amenazada y su buen nombre embarrado y puesta en duda toda su decisión.