(Columna publicada en Diario El Cronista Comercial) El gobierno cometería un error estratégico si confunde el impacto positivo que tuvo el llanto de Mauricio Macri en la gala del Colón con votos a favor en la elección de octubre próximo. También se equivocaría si compara el éxito de la Cumbre del G20 con el impulso que le dieron a la administración de Cristina Fernández los festejos del Bicentenario. El contexto es diferente y la economía también. Además, a fines del año del Bicentenario irrumpió otro suceso que termino de transformar a la ex presidenta en imbatible: la muerte de Néstor Kirchner, su viudez, al mismo tiempo que se empezaba a recuperar, de manera ostensible, la economía real.