Columna publicada en Diario La Nación) Un serio y orquestado intento de deslegitimar la figura del arrepentido para voltear la causa de los cuadernos, contaminar todos los juicios de corrupción contra Cristina Fernández y evitar que vayan presos, entre otros, dirigentes complicados en la Justicia como el sindicalista Pablo Moyano se está llevando a cabo en lo que Ortega y Gasset denominaba “los sótanos del poder”. La causa que tramita el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla con el objetivo, entre otros, de desplazar al fiscal Carlos Stornelli solo constituye la punta del iceberg. La movida es más amplia y abarca no solo los juzgados federales de la provincia y los despachos de Comodoro Py . También es política: la impulsan rutilantes figuras del peronismo, quienes abogan por una suerte de “borrón y cuenta nueva” para las causas de corrupción que involucran a decenas de exfuncionarios y empresarios presos.