Hay dos Alberto Fernández. Uno, el mejor, el más enfocado, es el que toma las decisiones sanitarias, a pesar de que es un abogado. Porque lo hace casi como un médico emergentólogo. Es el Alberto que anunció ayer que la cuarentena no se levantaba y está a la altura de su responsabilidad como jefe de Estado. No quiere que se sigan contagiando y muriendo más argentinos. ¿Quién podría criticarlo por eso?