(Columna publicada en Diario La Nación) La pandemia lo provocó. Y el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández lo hizo. La Argentina se “feudalizó”. Y todo el país se transformó, de la noche a la mañana, en algo parecido a las provincias de Santa Cruz, San Luis y Formosa, para poner tres ejemplos de lo que estamos hablando. En su inolvidable libro, Miguel Wiñazki llamó a los hermanos Rodríguez Saá los dueños de El último feudo . Y denominó “feudo” a San Luis de manera deliberada. Para comparar a la administración de esa provincia con un sistema de gobierno que funcionaba en la Edad Media, basado en una serie de protocolos y obligaciones que vinculaban, de manera perversa, a vasallos y señores.