La pandemia lo hizo. Ahora hay un Estado al que todo el tiempo le estás debiendo, y al final del día casi se transforma en el dueño de tu vida. Hasta antes del IFE y las ATP, las personas e instituciones que recibían un cheque del Estado no superaban los 20 millones. Ahora, son, casi, el total de los argentinos, menos unos pocos millones que no están dentro de ningún sistema, una suerte de parias, en el limbo de la changa, el cuentapropismo y la informalidad.