Si no pasa nada raro, en los próximos días, Cristóbal López conseguirá lo que casi ningún hombre de negocios logró. Esto es: apropiarse del equivalente de mil millones de dólares de manera fraudulenta, usar parte del botín para comprar medios de propaganda y bancos, sacarse de encima la gravísima causa judicial y empezar a pagar, en cómodas cuotas, solo una parte de la enorme deuda que tiene con el Estado. Es decir; con vos y conmigo, con todos los que pagamos impuestos en tiempo y forma.