El acuerdo con los acreedores privados es una buena noticia, en el medio de cien malas. Es cierto: el gobierno, desde el inicio de la negociación hasta ahora, cedió media docena de veces y el Estado terminará pagando 15 mil millones de dólares más de lo que pretendía originalmente. Así y todo, al final de la película, el arreglo le generará a la Argentina un ahorro de 30 mil millones de dólares.