No habría que minimizar la reacción de los vecinos de Ayres del Pilar. Lo que hicieron ayer, como bien aclaró Federico Andahazi en Mirá, no fue un escrache, sino el ejercicio al derecho a vivir en paz, lejos de individuos procesados y condenados por la justicia en varios hechos de corrupción. Lázaro Baéz, que pasó de gerente de banco a megamultimillonario en poco tiempo, estuvo detenido con prisión preventiva durante cuatro años y cinco meses. El Tribunal Oral Federal número 4 le otorgó la prisión domiciliaria, cumpliendo una orden expresa de la Cámara Federal de Casación Penal.