En el último párrafo de la nota de Sergio Berensztein de hoy, en La Nación, quizá se encuentre la respuesta más clara al actual estado de cosas. El politólogo escribió: “la cuarentana pudo haber sido, al menos en parte, otra heterodoxa manera de contener la escalada inflacionaria y la corrida cambiaria. De tapar el sol con la mano”.