Mientras los argentinos seguimos angustiados, en el medio de la pandemia, una campaña de vacunación contra el COVID cuyo ritmo es demasiado lento, una inflación galopante que ya es una de las más altas del mundo, y un aumento en los casos de inseguridad que se ocultan o se disimulan, Cristina Fernández sigue atrapada en su laberinto judicial, y en los próximos días retomará su agenda personal, obsesiva y de espaldas a las necesidades de la gente.