La decisión de cerrar las fronteras aéreas para los vuelos provenientes de Chile, Brasil y México revelan el intento de evitar que ingresen al país personas contagiadas con las nuevas cepas de Manaos y de Gran Bretaña. Al mismo tiempo preanuncia la posibilidad de una futura restauración de la cuarentena que, en el caso de la Argentina, llegó a ser considerada como la más larga del mundo, y que se prolongó durante seis meses.