El presidente anunció ayer medidas a las que él mismo denominó confinamiento, pero que, en los hechos, no son muy distintas o lo que se conoce como “fase uno”, o, para que se entienda mejor: al conjunto de restricciones de la cuarentena original que rigió durante el principio de la pandemia. La diferencia entre aquel momento y éste es que todos estamos más cansados, más insatisfechos y más enojados que antes. Sin las vacunas suficientes, en medio de una economía destrozada y con una sola herramienta a disposición.