Pueden gritar hasta el hartazgo y montar un sistema de vacunación electoral paralelo, como Axel Kicillof en la provincia; vanagloriarse de la obtención de las vacunas de Rusia y de China a pesar de haber tomado vacaciones en Disney World; o vaticinar, incluso, que el virus tardaría mucho en llegar a la Argentina porque estaba en China, como Ginés González García. Pueden hablar de los temas más variados, desde el impacto del COVID 19 en el capitalismo mundial hasta de la composición étnica de la Argentina y el origen de la especie. Pueden decir, sin ponerse colorados, como Santiago Cafiero, que Argentina está impulsando el plan de vacunación más grande de la historia.