(Columna publicada en Diario La Nación) Alberto y Cristina lo están haciendo de nuevo. Como en 2019, cuando le terminaron ganando a la fórmula de Macri y Pichetto, en primera vuelta, 48 a 41. El truco, entonces, parecía demasiado obvio. Pero les resultó. Y parece todavía más cantado hoy, después de un año y 8 meses de peleas expuestas y una muy mala gestión: poner al tope de la lista a candidatos aparentemente moderados para colar por detrás a los más ideologizados y “piantavotos”.