Desde la misma noche del domingo de la derrota, Cristina teme que su situación personal, y la de sus hijos Máximo y Florencia, vuelva a convertirse en una pesadilla sin retorno. Es decir: que la pérdida de votos en el Senado y Diputados coloque a los tres a tiro de una decisión judicial que incluya la posibilidad de ir presos. Esta es la verdadera razón que explica por qué la vice presidenta pretende que Alberto Fernández cambie a medio gabinete. Ella venía pidiendo las cabezas de Santiago Cafiero, Martín Guzmán, pero también las de Claudio Morori, Matías Kulfas, Felipe Solá, Vilma Ibarra, Julio Vitobello y Matías Lammens, entre otros.