En pocos días, a Néstor Kirchner se le cayó el mito de la invulnerabilidad que había sabido construir desde principios de este año, y que tuvo su pico máximo de ilusión con los festejos del Bicentenario.

Ahora "las balas" de la oposición, pero sobre todo, las municiones de la realidad, están penetrando hondo en su gruesa piel de animal político. Incluso la triste derrota del seleccionado argentino, con Diego Maradona a la cabeza, podría ser leída, desde el propio imaginario K, como algo que no ayuda a consolidar la imagen de un líder victorioso. Los millonarios programas de televisión oficialistas que presentaron, de manera forzada, la llegada a cuartos de final como el triunfo de La Buena Onda contra La Oposición Crítica deberán ahora recoger las banderas y maquinar nuevas operaciones, porque la del Efecto Mundial se acaba de derrumbar.

Pero lo peor no es lo anterior.

Lo más grave es que todo parece conspirar para evitar que el ex presidente consiga lo único que le importa de verdad: que Cristina Fernández le entregue el bastón de mando en diciembre del año que viene.

Veamos:

. La oposición en Diputados recuperó la iniciativa e instaló en la agenda nacional temas que ponen al gobierno del lado de Los Malos. Desde la media sanción a los cambios en el Consejo de la Magistratura para evitar la presión a los jueces hasta la discusión para restituir el 82 por ciento del salario a los jubilados y pensionados. También la posibilidad de que el Poder Ejecutivo no pueda tomar decisiones clave sin la aprobación del Congreso, como la aplicación de las retenciones al campo.

. Ninguna de las operaciones contra sus "enemigos" están saliendo como Kirchner lo planeó: El fracaso en la obtención de los ADN de Marcela y Felipe Noble Herrera, la decisión judicial que limita la pretensión del gobierno de quitarle Papel Prensa a Clarín y La Nación y las trabas de la justicia para poner en marcha la Ley de Medios también deben ser leídas, en los ámbitos de reflexión que apoyan el proyecto K, como un conjunto de derrotas impactantes. (En los próximos días se espera que la Corte Suprema decida la inconstitucionalidad de los artículos de la ley que obligan a las empresas periodísticas a desprenderse de sus activos en el plazo de un año).

. Todas las encuestas pronostican la derrota de Kirchner en segunda vuelta: Y lo que es más preocupante, contra cualquiera. Sea Julio Cobos, Ricardo Alfonsín, Mauricio Macri, Carlos Reutemann, Francisco De Narváez o Eduardo Duhalde. Este escenario contradice el sueño del ahora diputado nacional y desmorona el mito de la invencibilidad que presentaba a un Kirchner capaz de obtener el 40 por ciento de los votos con una diferencia de más del 10 por ciento sobre el segundo. (Mito que empezó a construir Artemio López a principios de este año y que ayudó a alimentar la verdadera "Corporación de Medios" que responde al kirchnerismo).

Como si todo lo anterior fuera poco, cada día que pasa se conocen nuevos detalles sobre los oscuros negocios con Venezuela.
El fiscal de la causa está empeñado en encontrar alguna prueba en la ruta del dinero y los balances de las empresas favorecidas. Y los diputados más activos de la Comisión Investigadora quieren escuchar a alguno de los 23 empresarios que declararon bajo identidad reservada ante el entonces Defensor del Pueblo Eduardo Mondino.

La intención de Kirchner de hacer pública la declaración secreta de Eduardo Sadous tenía como propósito evitar que aquellos hombres de negocios se presenten ante los legisladores para contar lo que saben.

Pero ni siquiera esa "jugada maestra" de advertencia para los testigos les salió bien esta semana.

 

Publicado en El Cronista