(Columna presentada en CNN Radio y publicada en Infobae) En las últimas horas se reveló la existencia de la primera encuesta que lo termina dando a Mauricio Macri ganando en segunda vuelta, frente a Alberto Fernández y Cristina. La encuesta es de Opinaia, una de las consultoras que más se aproximó a los resultados verdaderos de las elecciones de 2015, incluidas las presidenciales y la competencia por la gobernación de Buenos Aires que terminó ganando María Eugenia Vidal.

Los resultados no son para festejar por anticipado, ni para tirar manteca al techo, con la crisis económica, la amenaza latente de que el dólar se vuelva a disparar y la posibilidad de que cualquier cosa que pase en el mundo repercuta con fuerza y para mal, en la economía emergente más débil del planeta. Tampoco si se mira con detenimiento el ruido alrededor de la Unión Cívica Radical y la actitud de los "tiburones del peronismo" que hace tiempo vienen oliendo sangre. Pero hay algo en el comando preelectoral de Cambiemos que los hace oler un perfume muy particular. Un aroma conocido: la sensación no de que, de a poco, como hace cuatro años, los planetas alrededor del Presidente se empiezan a alinear.

Ahora que volvió a Buenos Aires procedente de Ecuador, Jaime Durán Barba se encargará que esta luz de esperanza no se transforme en euforia y menos, en clima de partido ganado. Marcos Peña, al que le encantan las metáforas futboleras, pide al equipo, ahora más que nunca, que vaya "paso a paso".

Sin atropellarse. Cuidando en cometer la menor cantidad de errores que se puedan. El jefe de gabinete se siente hoy más seguro que ayer. Empieza a confirmar que algunas de sus predicciones se están dando de a poco. Parece que, pasado el impacto de la novedad, la fórmula Alberto Fernández-Cristina no le suma ni un voto a Unidad Ciudadana. Más bien se los resta, aunque no sean tantos.

Al final la mayoría del radicalismo votó por seguir dentro de Cambiemos, por más diferencia que en el año 2015. Ahora falta terminar de elegir al candidato a vicepresidente, empezar a negociar las listas, ponerse en modo campaña y mostrar los logros que la volatilidad del dólar y las malas noticias económicas hacían "invisibles". Parece que habrá fotos de Macri en las obras de todo el país. Parece que en cada inauguración de obra, en especial de la provincia y el conurbano profundo, estará Vidal agradeciendo, precisamente a Macri. Parece que, en efecto, estas serán las elecciones del whatsapp, y que las cadenas de teléfonos inteligentes denunciando corrupción kirchnerista y anunciando buenas noticias serán las que dominen la conversación pública.