(Columna presentada en CNN Radio y publicada en Infobae) ¿Qué pretende Sergio Massa? ¿A qué juega? ¿Se va con Cristina Kirchner o se queda en Alternativa Federal? No es tan fácil deducirlo: lo que quiere es hacer valer sus votos. Porque sus votos, los propios, en teoría, tendrían el poder tanto de hacerle perder las elecciones a Cambiemos como a Unidad Ciudadana.

Vamos de nuevo: para que Massa no se vaya de Alternativa Federal a los brazos de Cristina Kirchner y Alberto Fernández alguien, en el oficialismo, tendría que tener un acto de generosidad. Un acuerdo político lo suficientemente tentador como para que se repita el juego del Massa que le impide, con sus votos, al kirchnerismo, superar el número mágico del 40%.

Y a la vez, Cristina Kirchner y Alberto Fernández tendrían que ser lo suficientemente generosos como para el ex intendente de Tigre acepte ir a unas PASO o sumarse a un acuerdo que les permita ganarle a Mauricio Macri en las primarias, la primera vuelta y la segunda también.

"En este mismo instante, Massa está atendiendo los dos teléfonos", me dijo alguien que lo conoce muy bien. Hay algunos puntos que todavía no están claros. El primero: si Cambiemos, si Macri, si Marcos Peña, si María Eugenia Vidal, están dispuestos a ceder. El segundo: el precio que están dispuestos a pagar por el gesto de Massa.

Del lado de Unidad Ciudadana, la oferta parece no ser, hasta ahora, lo suficientemente atractiva para aceptarla así como así. En la mesa chica del gobierno se debaten entre el pragmatismo y la sensación de que con el jefe del Frente Renovador no se puede concretar nada que se parezca a un acuerdo de caballeros.