Noticia de último momento: Mauricio Macri está empezando a hacer política. Es decir, está empezando a reaccionar porque comprendió, al fin, que se le acabó el tiempo y que se encontraría a punto de perderlo todo. Para decirlo sin vueltas: el gobierno de la ciudad y la posibilidad de transformarse en presidente. La reciente convocatoria a toda la oposición detrás de seis puntos básicos con los que nadie puede estar en desacuerdo puede parecer ingenua o superficial, pero constituye un gesto que lo vuelve a colocar como la principal alternativa a la continuidad del gobierno nacional. El contenido del llamado no es inocente: a los que se oponen sin argumentos generosos los hace aparecer mezquinos y especuladores. A los que consideran la movida viable, los coloca detrás de su iniciativa, y él se eleva por encima del conjunto. Y cuando dice que no pone como condición su candidatura presidencial lo hace pensando en que es él, por ahora, quien mejor mide después de la presidenta Cristina Fernández.
"Kirchnerismo, peronismo o como quieras llamarle, pero en todo caso Mauricio se despertó", interpretó alguien que milita con el precandidato presidencial Eduardo Duhalde.
No es lo único que se trae entre manos. En estas horas, el jefe de gobierno de la ciudad analiza con seriedad si llama a un plebiscito para pedir el traspaso de la Policía Federal a la ciudad de Buenos Aires. Los porteños deberían optar por el sí o por el no el próximo domingo 10 de julio, cuando vayan a votar por los candidatos para jefe de gobierno y legisladores de la ciudad. Los memoriosos de la política recuerdan que lo que truncó el deseo de perpetuidad de Carlos Menem, en julio de 1998, no fue la oposición, sino la amenaza de convocatoria a una consulta popular sobre la reelección que lanzó Eduardo Duhalde en la provincia de Buenos Aires. Macri cree que detrás del sí se puede encolumnar entre el 60 y el 70% de los porteños, y que la movida arrastraría a votar masivamente por los candidatos de Pro. "Si hacemos las cosas bien y no nos equivocamos mucho, ganamos la ciudad en segunda vuelta y tomamos impulso para las presidenciales de octubre con las banderas a favor de más seguridad", sostienen cerca del propio Macri.
Los que hablan todos los días con el jefe de gobierno de la ciudad están aliviados. Ellos son los que dicen: "Mauricio está empezando a hacer política", contra lo que consideran una postura mezquina de sus amigos Nicolás Caputo y José Torello, quienes, junto a su asesor Jaime Durán Barba, le aconsejan quedarse en la ciudad y bajarse de la candidatura presidencial, si es posible, cuanto antes.
¿Dónde se sueña Macri a partir del 11 de diciembre? En la Casa Rosada, y no en Bolívar 1. Y casi todo lo que planea y lo que hace está puesto en ese objetivo. Desde el decreto que considera un delito y un ataque a la libertad de expresión el bloqueo a la distribución de los diarios hasta la fuerte polémica por la política de seguridad del gobierno nacional. "Nadie que tenga dos dedos de frente puede considerar a Ricardo Alfonsín la verdadera alternativa a este gobierno. A medida que se acerquen las elecciones de octubre, una buena parte del 60% de la gente que desea un cambio va a terminar optando por Mauricio", interpretó uno de los más optimistas integrantes del ala política del macrismo.
El equipo de comunicación del ingeniero se está rompiendo la cabeza para saltar del 20 al 30% de intención de voto para llegar a la segunda vuelta en las presidenciales de octubre. Sus miembros recibieron instrucciones precisas del jefe de gobierno de la ciudad. Macri les explicó que no sólo necesita subir su intención de voto, sino también bajar la imagen positiva de la Presidenta, algo que aparece difícil, por no decir imposible. La potencia del "Huracán Cristina" es el principal argumento de Durán Barba en defensa de su idea de no competir con ella. "Una viuda que pide ayuda haciendo campaña, en un país donde la gente cada vez consume más, es una fórmula insuperable, a menos que pase algo muy grave en el medio", repite cada vez que le preguntan el experto que nació en Ecuador. Sin embargo, el jefe de gobierno los invitó a "ser creativos" y a empezar a darle a la Presidenta algo de su propia medicina."Hace tres años que me vienen descalificando y persiguiendo para bajarme el precio y hacerme subir la imagen negativa. ¿Cuándo vamos a empezar a trabajar para hacerles comprender a los argentinos que ella es la presidenta del gobierno más autoritario y corrupto desde 1983?", preguntó el ex presidente de Boca el mismo día en que hizo saber que todavía no había autorizado a Hugo Moyano la convocatoria en la avenida 9 de Julio para festejar el Día del Trabajador.
Contra lo que pueda suponerse, Macri no parece tan preocupado por la posibilidad de que Fernando "Pino" Solanas se presente, al final, como candidato a jefe de gobierno de la ciudad. "Pino tiene buena imagen, pero en algún sentido funciona como Elisa Carrió: la mayoría lo quiere para denunciar, pero no para gobernar", afirma un miembro del gabinete que se lo pasa encargando encuestas. Gabriela Michetti piensa lo mismo. Supone que, en todo caso, Solanas repartirá los votos, en especial, con el postulante del Frente para la Victoria, con Aníbal Ibarra o con el candidato de Nuevo Encuentro, Carlos Heller.
Ayer, en cambio, Macri se lo pasó preguntando a todo el mundo si era cierto el rumor que sostiene que Cristina Fernández no sería candidata a la reelección. "Bajarse de un nuevo turno es lo mejor que podría hacer, desde el punto de vista humano y desde el punto de vista político. No sólo porque se iría como (Ricardo) Lagos o (Michelle) Bachelet. También porque podría volver, con expectativas, en 2015. Aunque eso depende más de la economía mundial que de cualquier otra cosa."
Su condición de ingeniero calculador lo hace suponer que, si Cristina no se presenta, el candidato a presidente del kirchnerismo, pero también del Peronismo Federal, terminará siendo el gobernador Daniel Scioli, con quien comparten la misma clientela. "No me voy a empezar a comer la cabeza ahora con esa posibilidad. No me hagan perder más tiempo. Trabajemos por la presidencia y más adelante vemos", les dijo a quienes siguen buscando una excusa para que deje de ir detrás del premio mayor.
Publicado en La Nación