Ahora que Cristina Fernández es candidata, ¿se puede decir que ya ganó? Un consultor de una encuestadora que se equivoca poco y no trabaja para el Gobierno lo pone en estos términos: "Si no pasa nada muy extraordinario, la Presidenta triunfará en octubre en primera vuelta".
Como se sabe, para que esto suceda necesita obtener el 40% de los votos con una diferencia de más del 10% sobre el segundo. O el 45% de los votos, aunque supere al segundo por muy poco. Según el experto, la intención de voto de Cristina Fernández, ahora mismo, está por encima del 40. "Entre el 43 y el 46%, según el día en que se pregunte", precisó.
¿Y cómo le afectó el escándalo de Sergio Schoklender y Hebe de Bonafini? "Poco y nada. Bajó unos puntos, pero no de manera drástica. Por alguna razón que todavía no podemos explicar con claridad, la sociedad no vincula a Cristina directamente con el caso Schoklender y menos con la pelea entre [Claudio] Morgado y [María] Rachid." El encuestador dice que Cristina Fernández está superando por entre 20 y 25 puntos a Ricardo Alfonsín, y que la designación de Javier González Fraga como candidato a vicepresidente y el anuncio de que Francisco de Narváez será su candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires todavía no fueron asimilados por los argentinos no politizados. "Alfonsín está igual; Eduardo Duhalde creció un poco; Alberto Rodríguez Saá tiene un núcleo duro cercano al 10% que no lo abandona, y ningún colega serio ni nosotros estamos en condiciones de decir, aún, cuál es hoy el verdadero impacto de la candidatura presidencial de Hermes Binner", me explicó.
El consultor todavía no tiene claro si el gobernador de Santa Fe le puede quitar más votos a Alfonsín o a Cristina Fernández de Kirchner. "Los politólogos dicen que Binner es progresismo sin corrupción, pero la mayoría de la gente no vota pensando en quién es progresista y quién no lo es", consideró. ¿Y en qué piensa la gente cuando vota?, le pregunté. "En el caso de Cristina, los motivos de por qué la eligen son, en este orden, las medidas sociales, la política económica, su situación personal y la política de derechos humanos", respondió.
¿Cuánto pesa la situación personal? Parece que mucho. Fue lo que produjo el enorme salto de intención de voto del 12% en octubre del año pasado al 32% en el mes siguiente, cuando se midió el impacto de la muerte del ex presidente.
¿Y cuánto influye la economía? Parece que tanto como su situación personal. "Entre quienes dicen que la van a votar, la mayoría cree que la economía en general y su situación personal mejorarán el año que viene." El experto aventuró: "Cuando la cuestión económica funciona bien y el consumo crece, ganan los oficialismos, acá y en cualquier parte del mundo, porque la primera reacción del votante es la de no innovar". Este clima, dijo, es el que está haciendo ganar a los candidatos del oficialismo en la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Santa Fe; por las mismas razones, agregó, las elecciones van a estar muy peleadas entre José Manuel de la Sota y Luis Juez en la provincia de Córdoba.
¿Cristina Fernández dejará de ser percibida como una viuda a la que hay que darle fuerza y empezará a ser mirada como una candidata con ansias de perpetuarse en el poder? De Narváez, Duhalde y Elisa Carrió, entre otros, interpretan que el anuncio de su candidatura para la reelección implica el final del luto, pero todavía no hay un solo estudio que demuestre que se trata de algo comprobable y no de una expresión de deseos de sus adversarios políticos. ¿Y cómo impactan la corrupción, la inflación y la inseguridad de cara a las próximas elecciones de octubre? Sobre la incidencia de los casos de corrupción, el experto comparte la opinión del publicista oficialista, Fernando Braga Menéndez. Braga piensa que los escándalos morales indignan, en especial, a los habitantes de los centros urbanos informados o sobreinformados, pero que se inflan y se desinflan del mismo modo en que una noticia tapa a la otra.
El encuestador afirma que la inflación se puso al tope de las preocupaciones generales, igual que la inseguridad, pero que el crecimiento del consumo neutraliza el efecto negativo que podría tener sobre el voto. "Mucha gente está pensando en la Copa América, y muy poca gente tiene idea de cómo votar en las elecciones primarias abiertas del próximo 14 de agosto, y no sabe si son obligatorias o no", ejemplificó. Ayer, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, confirmó que se harán sí o sí, aunque no sean necesarias. El ex presidente Duhalde afirma que las primarias son lo peor que le puede pasar al Gobierno, porque el resultado determinará que, en las presidenciales de octubre, todos los que no quieran votar a Cristina Fernández se inclinarán por el candidato que aparezca en segundo lugar, como si fuera una primera vuelta. El consultor cree, en cambio, que será una interna de aparatos. Un trámite que beneficiará al que tenga más caja y poder de movilización y perjudicará a los partidos más chicos, porque para competir en octubre necesitan obtener por lo menos el 1,5% del total del padrón electoral.
¿Cómo se puede asegurar cuatro meses antes de los comicios que Cristina Fernández ganará en primera vuelta?, le pregunté al final. "Mirando las encuestas desde octubre del año pasado y el comportamiento de la oposición desde que Kirchner murió", concluyó, sin dudar.
Publicado en La Nación