Cada tanto, cuando las papas queman, dentro y fuera del gobierno, surge la preocupación por alguna diferencia que pudieran tener el Presidente Alberto Fernández y su vicepresidenta Cristina Fernández. Como se sabe, desde el punto de vista político, ellos son un matrimonio por conveniencia.
Ayer, muchos se sorprendieron cuando dijimos que esperábamos, de todo corazón, que no se pelearan nunca más. No hubo ni picardía ni ironía ni sarcasmo en ese deseo. Porque el problema, en este caso, con este matrimonio, no sería el sufrimiento de los niños, ni la división de bienes de la pareja, sino el destino de 45 millones de argentinos. Deberíamos empezar a aceptar que la convivencia no será fácil. Y es lógico. Estuvieron peleados, sin hablarse, durante más de 10 años. Y un buen día, de la noche a la mañana, anunciaron que volvían, para ser mejores. Contra lo que sugieren muchos de mis colegas, creo que Cristina Fernández es muy consciente de su responsabilidad institucional. Y, como lo demostró al ungir a su exjefe de gabinete como candidato a Presidente, es, además, una de las dirigentes políticas más brillantes de la Argentina. Tiene, no obstante, un problema personal, y otro político.
El personal: cada tanto presiona al jefe de Estado para garantizar su impunidad. Y el político: no está de acuerdo con algunas de las decisiones centrales de Alberto Fernández. Y no se trata de cuestiones menores: su mirada sobre la justicia, sobre el periodismo, su estrategia para negociar la deuda externa y el alineamiento internacional son algunas de ellas.
Ahora los analistas más superficiales hacen apuestas para calcular cuánto van a durar juntos. Unos dicen que todo volaría por los aires si el gobierno no sale bien parado de la negociación por la deuda. Otros vaticinan que Alberto no solo hará una nueva negociación, sino que al otro día se transformará en SuperAlberto. Y entonces todo será distinto y mejor.
Ojalá.
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El anterior fue el texto completo de la columna de opinión que Luis Majul presentó en CNN Radio, a partir de una nueva sección: "Una idea en 3 minutos".
A continuación el audio: