A punto de cumplir sus primeros 100 días de gobierno, el Presidente parece estresado. Por momentos, atrapado sin salida, como el título de la vieja película protagonizada por Jack Nicholson. A las heladeras todavía no las puede llenar, el consumo no arranca y las condiciones de la economía, nacional e internacional, son muy desalentadoras. Para colmo, Cristina Fernández y sus soldados del soviet, al borde de la irresponsabilidad, lo presionan hasta límites insospechados.
¿Son conscientes de lo mal que está el país? Lo único que parece importar a la vicepresidenta no es el bienestar de los argentinos, sino que sus causas de corrupción desaparezcan de la noche a la mañana. Por eso, cada tanto, el gobierno se convierte en un tembladeral. A sus incondicionales de la Cámpora, en cambio, lo que más parece inquietarlos, es la caja y el poder. Por eso colaron a un representante en cada uno de los puestos donde hay mucho de ambas cosas. Incluso tienen un hombre propio en la mesa de la toma de decisiones de un canal privado de televisión. Es el mismo canal al que le prometieron mucha pauta oficial a cambio de correr o silenciar a periodistas críticos. ¿Intentarán hacer lo mismo para evitar que Lanata arranque en canal 13? Parece que tanto a Cristina como a los incondicionales de la Cámpora, Alberto, los subestimó. Creyó que habían madurado. Que lo chicos ya se habían vuelto grandes. Que habían aprendido la lección. Ahora sospecha que son como la fábula de la rana y el escorpión. Que los terminará traicionando su naturaleza.
¿Dónde se parará Sergio Massa en el medio de la tormenta perfecta? No hay tiempo ni siquiera para pensar una estrategia. Porque el gobierno también está atrapado en el medio de las caídas de las bolsas en el mundo, el avance del coronavirus y la negociación de la deuda cuyo resultado todavía es incierto. La admonición del vocero de Cristina, Oscar Parrilli, en los festejos del Instituto Patria, llenó de pánico a los hombres de Alberto. Parrilli dijo que acompañarán al Presidente si hace las cosas bien. Y dejarán de hacerlo si hace las cosas mal. ¿Acaso Cristina, Parrilli y los chicos grandes de la Cámpora no son parte del gobierno? ¿Están preparando una suerte de golpe interno para terminar de copar todo el poder? Ojalá que no. Ojalá que el presidente sea fuerte y resista.
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Hoy en su programa "La mañana de CNN", Luis Majul presentó una columna editorial con el siguiente título: "Alberto Fernández: ¿atrapado sin salida?". Lo hizo en el marco de una nueva modalidad de presentación de opinión, a partir de "Una idea en 3 minutos". A continuación el audio: