En los últimos días, el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, fue instruido para instalar la idea de que si Macri estuviera en el gobierno, el desastre que estaríamos viviendo sería inimaginable. También abusó de la metáfora para diagnosticar que la Argentina, por culpa del gobierno anterior, ya sufría una pandemia antes del Covid-19. ¿Es válido pensar cómo hubiera manejado la pandemia el líder de Juntos por el Cambio? Claro.

Lo primero que lo hubiera condicionado es la oposición destructiva que desde siempre ejerció sobre su administración una parte del peronismo, encabezada por Cristina Fernández. Para que se entienda bien: de la misma manera que reaccionó la oposición en diciembre de 2017 frente a la aprobación de la ley de movilidad social para calcular los haberes jubilatorios: arrojando varias toneladas de piedras; intentando impedir la sesión con actos de notable violencia política. ¿Cómo lo sabemos? Porque al mismo tiempo, la mayoría del peronismo no tuvo empacho en aplaudir la decisión del presidente Alberto Fernández de derogar la fórmula de movilidad que beneficiaba a la mayoría de los jubilados, con un decreto que implicó un notable ajuste. ¿Con esto queremos decir que el peronismo en la oposición no hubiese tenido ninguna duda en biocotear la cuarentena y acusar de explotador y hambreador a un gobierno no peronista que hubiera convocado a una cuarentena como la del 20 de marzo pasado? En efecto. Ni más ni menos. ¿Y qué es lo que nos autoriza a plantear este análisis contrafáctico, si este escenario nunca se presentará? La facilidad con la que la mayoría de los dirigentes del Frente de Todos cambia de argumento, de acuerdo a su estricta conveniencia. Incluso, en asuntos tan delicados como la vida, la muerte, el destino del fiscal Alberto Nisman y las causas de corrupción que ya le probaron al exvicepresidente Amado Boudou. El ejemplo más visible es el propio jefe de Estado. Pero no el único. Nos atrevemos a afirmar que si Máximo Kirchner hoy estuviera en la oposición, el peligroso discurso que hizo poniendo del lado de la muerte a todos los que se preguntan cómo salimos de la cuarentena, habría sido igual de virulento, pero en sentido contrario. Es decir: habría acusado de asesino al gobierno no peronista de impedir que la gente vaya a trabajar para poder subsistir y darle de comer a sus hijos. Cuando nos preguntan cómo definiría el populismo, lo primero que se me ocurre es responder: como una máquina de mentir y forzar los argumentos sin ningún escrúpulo, con el único objetivo de perpetuarse en el poder.

Comentario de Luis Majul en CNN Radio