Hoy el Presidente debería explicar por qué volvimos para atrás, aunque los infectólogos recomienden no presentarlo de esta manera. También debería aclarar en qué se equivocó el gobierno, hasta cuándo vamos a vivir así y cómo vamos a salir.
Y en especial, debería cuidarse mucho de no buscar más chivos expiatorios, porque si la cuarentena del día a día no funcionó, no es responsabilidad de la mayoría de las personas, que, en términos generales, respetaron las indicaciones del Poder Ejecutivo.
También más allá de lo que se diga esta tarde, debería presentar un plan económico, o algo que se parezca a una hoja de ruta, porque los pronósticos de los economistas de todo el espectro ideológico son muy sombríos. Ya todos sabemos que el ingreso temprano a la cuarentena evitó miles de muertes, y eso nadie lo niega. También sabemos que está siendo utilizado por sectores del oficialismo para hacer y decir cualquier cosa. El silencio y la condescendencia de Alberto Fernández frente a los atropellos institucionales de Cristina Fernández, los escraches y la criminalización del ejercicio del periodismo lo están mostrando como un Presidente débil, con muy poca autoridad para contener a los sectores más radicalizados del Frente de Todos.
Comentario de Luis Majul en CNN radio