El Presidente Alberto Fernández cree que el juicio sobre el supuesto espionaje ilegal durante el gobierno de Macri es “un mamarracho”. Dice que no está al tanto de los detalles, pero desea que nadie lo vincule, ni de manera tangencial, con las decisiones del juez Federico Villena. De hecho, ordenó a sus ministros que no dijeran una palabra ni opinaran sobre el expediente. “Ni a favor, ni en contra, ni para decir ni mu”, reconocieron fuentes cercanas al jefe de Estado.

También desactivó un pedido que se le adjudica a la plana mayor de la Policía Federal Argentina, quienes mandaron a preguntar si debían hacer una conferencia de prensa para “hacer más visible” el asunto. Parece que Alberto quiso diferenciarse de la época en que los exfuncionarios de Cristina Fernández eran detenidos con casco y chaleco antibalas, como dice Pablo Moyano que desea ver ahora a los exagentes de inteligencia de la AFI de Macri. Ayer, en Mirá aportamos más datos duros que demostrarían que algo huele mal en el expediente que llevan adelante la fiscal Cecilia Incardona y Villena. Habrá más informaciones para este boletín.

Comentario de Luis Majul en CNN Radio