Aunque nadie se atreve a decirlo en voz alta, todos los indicios lo demuestran: la que está gobernando, es Cristina Kirchner. Esa es la mala noticia. La buena es que los límites, a Cristina, se los está poniendo la sociedad. El banderazo del 9 de julio constituye la muestra más acabada.
Estos son los indicios que demuestran que la que manda es la vicepresidenta de la Nación:
Uno: el intento del oficialismo de instalar la hipótesis de que el crimen de Fabián Gutiérrez tenía un móvil pasional. La mascarada se cayó enseguida. El exsecretario privado de Néstor y Cristina se había vuelto multimillonario. La Justicia ya había determinado que lavó, junto con su madre, su hermana y su cuñado, entre 15 y 30 millones de dólares. ¿Cómo no suponer que sus agresores querían parte del dinero del "tesoro"?. Al otro secretario privado, el fallecido Daniel Muñoz, la Justicia le descubrió más de 130 millones de dólares sucios. La exagerada reacción del Presidente y del Instituto Patria al calificar de canallesco el comunicado de Juntos por el Cambio sobre el crimen de Gutiérrez duró poco y nada.
Dos: el intento de meter por la ventana el artículo "Cristóbal" al proyecto de ley de blanqueo y moratoria. López y Fabián de Sousa estuvieron presos. Siguen procesados por el delito de evasión fraudulenta. Su empresa, Oil, se quedaba con el Impuesto a la Transferencia de Combustibles. Así, ambos se apropiaron de casi mil millones de dólares. Con parte de ese dinero, compraron bancos y medios. Uno de ellos, C5N, se transformó en el canal de la venganza. Allí opera una suerte de UTE (Unión Transitoria de Empresas) integrada por Cristóbal, Cristina y Hugo y Pablo Moyano. Una UTE para la Venganza y la Impunidad.
Tres: el intento de tapar, con la instalación del supuesto odio que agitaría la oposición, las repercusiones de la decisión de otorgar la prisión domiciliaria a Lázaro Báez. Lázaro fue detenido hace cuatro años, en la causa denominada Ruta del dinero K. La Justicia ya probó que lavó 60 millones de dólares. Y le encontró bienes por más de 250 millones de dólares. Báez tiene media docena de causas abiertas. En una, está acusado de ser partícipe de una asociación ilícita, cuya jefatura se imputa a Cristina Fernández. En otra, se intenta probar si actuaba como socio o testaferro de la familia Kirchner. La reacción de los vecinos de Ayres del Pilar para que no viva en ese barrio, es una muestra en miniatura de parte de la reacción social que se está incubando.
Cuatro: Otro indicio es la presencia de provocadores disfrazados de periodistas en cada acto público de rechazo a las políticas de gobierno, como el intento de expropiación de Vicentin o el manejo político de la cuarentena. Hay un provocador, en particular, que cobraba, hasta hace días, un sueldo como funcionario de la municipalidad de Merlo, que hostiga y escracha a periodistas. El jueves, en el banderazo, en el Obelisco, el tipo logró su propósito: que lo atacaran. Repudiamos cualquier acto de violencia. De hecho, esa persona intentó, en seis oportunidades diferentes, provocarme para que le pegara. No lo logró. El provocador tiene una causa abierta por violencia de género. Debería ser imputado por incitación a la violencia ya que alienta, de manera pública, la destrucción de silobolsas. El provocador aparece en fotos con Alberto y Cristina Kirchner. Son actuales y el presidente y la vice se muestran muy a gusto. Si ellos no son ni violentos, ni odiadores, deberían despegarse ya de ese energúmeno. Aún así, repudio que hayan algunos reaccionado ante su provocación. Igual que me parece mal que hayan atacado el móvil de C5N.
Cinco: El intento fallido-por ahora- de meter preso a este periodista al que la vicepresidenta, Cristóbal y Moyano sí parecen odiar. Primero buscaron crear un clima de sospecha para justificar la eventual decisión de detenerlo: gritaron que este periodista, junto con otros dos colegas, como Jorge Lanata y Nico Wiñazki, era un espía orgánico o inorgánico de la AFI del gobierno anterior. Como la acusación era tan burda, mentirosa y tirada de los pelos, el tiro les salió por la culata. Tenemos información de que Cristina, Cristóbal y Moyano lo van a volver a internar.
Vamos a dar a conocer una causa de altísimo impacto de la que nadie, todavía, hablo en detalle. Contiene la siguiente amenaza. "Pensá en tu hija. No es bueno meterte con los Moyano". La profirió el abogado de un exbarrabrava que declaró como arrepentido contra Pablo Moyano en la causa de asociación ilícita contra Independiente. El abogado, además, trabajó como espía de la AFI del gobierno anterior. Acusan de la amenaza a él, al defensor de Los Moyano, Daniel Llermanos, y al ex responsable del servicio Penitenciario, Víctor Hortel.
Esa causa, a la que a partir de este momento llamaremos "Operativo Bomba" tiene sospechosas similitudes con la del "Operativo Puf" para voltear el juicio de Los Cuadernos de la Corrupción. También con la del supuesto espionaje ilegal contra el Instituto Patria.
Todos estos expedientes están atiborrados de querellantes representados por abogados que son al mismo tiempo espías o exespías, caranchos, cuentapropistas y mercenarios. Los vamos a descubrir a uno por uno. Hace tiempo que sobreviven en los sótanos del poder.
¿Sabés quién los coodinaría? Carlos Beraldi, abogado defensor de Cristóbal y de Cristina. Según confesó el contador Victor Manzanares en sede judicial, Beraldi habría cobrado 7 millones de dólares para cumplir esa monumental tarea.
Seis: El último indicio de que la que gobierna es ella son los rumores, cada vez más insistentes, de lo disconforme que se muestra con la marcha del Gobierno en general, y con algunos ministros en particular. Las últimas declaraciones públicas de Santiago Cafiero y otros contra Macri y dirigentes de la oposición habrían sido realizadas para tranqulizarla.
Parece cada vez más claro; Alberto no la puede contener. Antes de empezar la gestión, el presidente electo tenía un gabinete in pectore. Se lo llegó a comunicar a más de un ministro que no fue. Sergio Massa iba a ser su jefe de gabinete. Juan Manzur su ministro del Interior. Florencio Randazzo su ministro de Obras Públicas.
Cuando Cristina se enteró, fulminó a uno por uno, y se acabó la discusión. Ahora parece que la vicepresidenta quiere más. Más grieta y más odio. Quiere quedar libre de culpa y cargo, y que los fiscales y jueces que la acusaron y los periodistas que informaron vayan presos. Cree que está yendo demasiado lento.Quiere ir más rápido. "Que seamos Venezuela ahora", como dijo el ventrílocuo Dady Brieva.
Pero hay algo que ni ella ni el Presidente parecen tener en cuenta: están revolviendo el espeso caldo de una inmensa olla a presión, cuya doble tapa es la pandemia y la cuarentena.
Si todavía, en el oficialismo, hay dirigentes más o menos racionales, deberían advertir, tanto a Alberto como a Cristina que con esto no se juega. Los mansos un día se cansan. Y no hay Dios que los pueda detener.
Luis Majul: Gobierna Cristina Kirchner. Editorial emitido en La Cornisa el domingo 12 de julio, por LN+