Recomiendo dos análisis políticos de hoy. El de Joaquín Morales Solá y el de Eduardo Van der Kooy. Ambos sugieren lo que a nosotros nos parece muy evidente. La vicepresidenta quiere romper el sistema para evitar una condena, en principio, en la causa Vialidad. Por eso Rodolfo Canicoba procesó de manera irregular a Javier Iguacel, su principal testigo. Por eso quiere ampliar la Corte Suprema, para que la nueva Corte, permita una auditoría sobre el total de la obra pública, y el juicio se haga interminable.

En simultáneo, Cristina Fernández avanza en su plan de venganza e impunidad. Para eso quiere demoler al actual procurador, Eduardo Casal, pero no tiene cómo. Su urgencia denota desesperación. De otra no se explica su pretensión de imponer, de prepo, en una comisión asesora para la reforma de la Corte a su abogado, Carlos Baraldi. Abogado defensor también de Cristóbal López, Beraldi ya no es lo que era: un técnico respetado y conciliador. Incapaz de probar la inocencia de Cristina de Cristóbal con argumentos técnicos, se sumó a la operación política del lawfare, en la que no cree ni él mismo. A veces, uno debe elegir entre el dinero y el bronce. Y Beraldi ya eligió el primero y se metió en el barro.

columna de Majul en CNN Radio