Las últimas horas son muy ilustrativas para comprender el daño que le está haciendo Cristina Fernández no solo al presidente, sino también al país. Detengámonos primero en el binomio. A pesar del desbarajuste que está generando la reforma judicial que ella quiere imponer para lograr su impunidad y consumar la venganza, se acaba de desmarcar de la iniciativa. Repito: no es un error lo que termino de decir. ¡Se acaba de despegar de la iniciativa!

Del otro lado, Alberto Fernández, afectado de un desgaste inédito cuando todavía no se cumplen nueve meses de gestión, “dispara” para los cuatro costados, con epicentro en el expresidente Macri. Sin embargo, las balas le rebotan y pegan de nuevo en su imagen, que todos los días sufre una nueva caída. Dicen que el jefe de Estado se enojó con algunos periodistas y directivos de Clarín, y que por eso dispuso el DNU para las Telco, una medida de notable irracionalidad económica, en especial para las cooperativas, que tienen miedo de quebrar. Pero dicen también que el DNU se pergeño en el Instituto Patria, y que fue impulsado por el diputado nacional Leopoldo Moreau, y gestionado por el número dos del ENACOM, Gustavo López. Así, la “locura política” y la toxicidad de la vice terminan repercutiendo también, en Sergio Massa, porque uno de sus hombres más consecuentes, Claudio Ambrosini, titular del ENACOM, tuvo que salir a explicar lo inexplicable. En el medio de la campaña electoral, desde este mismo espacio, la Mañana de CNN radio, argumentamos que votar a los candidatos presidenciales Roberto Lavagna, José Luis Espert, Juan José Gómez Centurión era garantizar el triunfo de Cristina Fernández. Y también anticipamos que una victoria de Cristina sería dañina y tóxica para el país, porque su agenda de resentimiento lo terminaría contaminando todo. Lejos del deseo de reivindicación personal o de la advertencia tan argentina del “yo te lo dije”, nunca pensé que la pesada influencia de la expresidenta podría impactar tan fuerte y tan rápido en un gobierno que recién empieza.

Columna de Luis Majul en CNN Radio