Elisa Carrió nunca lo va a admitir en público, pero la jugada de apoyar a Daniel Rafecas como candidato a Procurador General de la Nación está erosionando todavía más el vínculo entre el presidente y la vice, profundamente dañado por la carta a la que amigos de Alberto Fernández llaman “de la ingratitud”. La que lo entendió de inmediato fue la presidenta del PRO, Patricia Bulrich.

“El apoyo de Lilita a Rafecas es la garantía más segura para que Cristina se oponga y aliente la candidatura de un duro”, le explicó a Mauricio Macri, quien pasó del rechazo a la jugada de Carrió a proponer que primero se decida el gobierno, y después se discuta que posición tomar. Carrió está segura de que Cristina quiere avanzar sobre el jefe de Estado, para imponer a sus candidatos en las listas del año que viene. Ella considera que si la economía se sigue deteriorando, lo que habrá es un golpe interno, con gravísimas consecuencias para el país. ¿Está viendo un poco más allá, o solo juega la interna, para apoyar a Horacio Rodríguez Larreta en detrimento del expresidente? Esta semana, Macri y Carrió probablemente vuelvan a charlar. Tienen una relación muy particular. Se dicen de todo en privado y en público. Pero siempre vuelven. “No somos tan irresponsables como para romper lo que tanto nos costó construir”, dijeron cerca de la líder de la Coalición Cívica. También explicaron que si la vice impone a su procurador, la grieta dentro del Frente de Todos se podría transformar en un abismo. Habrá más informaciones para este boletín.

Columna de Luis Majul en CNN Radio