Los audios que acabamos de escuchar son tóxicos. Vomitivos. Hay que dar el crédito a Camilo Cagnacci de PeriodismoyPunto, porque los consiguió. Pero eso no evita la repugnancia por el hecho. Para que se entienda bien: se trata de dos espías de la AFI, quienes, a principios de febrero de 2019, todavía en actividad- traicionando su obligación de defender al Estado de la Nación bajo el gobierno de Macri- ofrecieron al abogado de Hugo Moyano, una “solución” inmoral (y también ilegal) para los problemas que su hijo Pablo tenía (y sigue teniendo) con la justicia.

Es que “El Salvaje” – así se apoda Pablo Moyano- había sido imputado como presunto jefe de una asociación ilícita que manejó la barra brava de Independiente. Y su padre, Hugo, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para otorgarle impunidad.

Recordá el nombre de estos mercenarios de los sótanos del poder: Facundo Melo y Leandro Araque. Recordá también el nombre y el apellido del letrado de Moyano, Daniel Llermanos. Porque Llermanos es el otro inmoral que, según los audios y chat de Araque con Melo, habría ofrecido pagar por esa “solución” medio millón de dólares. Sin embargo, como en esas películas donde todos se engañan, Llermanos habría abonado finalmente 200 mil, y, según una fuente cercana a los ex agentes, se habrían quedado con 300 mil, sin el conocimiento del jefe de los camioneros.

Es decir: habría mexicaneado a su patrón.

Por si la complejidad del asunto te abruma, te recuerdo los datos básicos. Melo era a la vez abogado del barrabrava de Independiente Daniel Lagaronne. ¿Extrano no? ¿Un agente de la AFI defendiendo a un barrabrava? Y de nuevo: Melo, junto con Araque, le “vendieron” a Llermanos la solución. Le prometieron que Lagaronne se “daría vuelta” y que, en vez de acusar a Pablo Moyano, denunciaría a Sebastián Escalera, el fiscal que todavía investiga a “El Salvaje”.

La repugnante maniobra les salió mal, porque Lagaronne se arrepintió, echó a Melo y, de inmediato contrató a otro. Sin embargo, a esa altura, parece que Llermanos ya había pagado parte del los “servicios” prestados por Melo y Araque.

El inquietante cuadro se completa con la aparición de Víctor “El Negro” Hortel, ex titular del Servicio Penitenciario durante el ultimo gobierno de Cristina Fernández.

Hotel fue puesto por Llermanos para reemplazar a Melo como abogado de Lagaronne y así terminar de voltear al fiscal Scalera y la causa contra Moyano. Hortel, también abogado de Lázaro Báez, es el mismo que se disfrazaba de hombre araña para los carnavales, y se reivindicaba como el secretario general del Vatayón Militante, una agrupación cercana a los internos.

Los audios y los chats entre Araque y Melo no son el invento de una mente afiebrada. Tampoco son escuchas ilegales.

Son parte de un expediente judicial.

Fueron extraídos del teléfono de Araque.

El teléfono le había sido secuestrado para ser investigado en el marco de la causa del espionaje ilegal que tramita la fiscal Cecilia Incardona y el juez Juan Pablo Auge en Lomas de Zamora.

Incardona y Auge extrajeron esos diálogos del expediente del presunto espionaje y se los enviaron al fiscal Javier Martínez y el juez de Garantías 1, Jorge Walter López, también de Lomas de Zamora.

Martínez y López ya habían imputado a Melo, Llermanos y Hortel debido a la demanda que les inició Lagaronne por presionarlo para dar vuelta su testimonio.

Ahora Melo, Hortel y Llermanos podrían ser condenados por los delitos de:

-Amenazas agravadas por su finalidad de obtener una medida por parte de un poder del Estado, en concurso ideal con amenazas coactivas.

-Instigación a la falsa denuncia y falsa denuncia.

-Prevaricato de abogado.

-Falsificación de documento en grado de autoría mediata y uso de documento falso.

Si cualquiera de nosotros hubiéramos solo amagado con hacer algunas de estas porquerías estaríamos presos y purgando condenas. Pero Llermanos es el abogado de un dirigente sindical ejemplar, según el presidente, y por eso, en vez de estar detenido, intentó, entre otras acciones inmorales e ilegales, urdir una maniobra para que me metieran preso a mí, en julio del año pasado.

¿Adivinen con quiénes se asoció para internar meterme preso?

Con Facundo Melo y Leandro Araque.

Habrá más informaciones para este boletín.

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